Amaranta Úrsula
Hija
de Fernanda del Carpio
y Aureliano Segundo. Nace en la
época en que muere Aureliano Buendía. Ya había mudado sus dientes en el tiempo
en que Aureliano Segundo descubre a Aureliano de
pequeño. Ella y Aureliano recordarían la época de diluvio como algo feliz.
Juntos descuartizaban lagartos, saltaban en el patio y tomaron a Úrsula como
una muñeca decrepita; le pintaban la cara y una vez casi le sacan los ojos con
unas tijeras. Es enviada a un colegio privado pero a Aureliano no es posible
pues no era hijo legítimo.
Cuando
muere Úrsula, la casa había quedado tan mal que ni una voluntad tan fuerte como
la de Amaranta Úrsula podía volver a rescatarla, como años después, que
reconstruye el jardín, espanta las hormigas y vuelve a abrir las puertas para
espantar la ruina. Regresa después de la muerte de JoséArcadio, encontrando la casa destruida. El pasillo estaba lleno de
maletas y de cosas suyas y de su marido con el que se casó seis meses antes.
Contrata albañiles para remodelar la casa y tres meses después se respira la
felicidad como en la época de la pianola. Se deshizo de todo menos del
daguerrotipo por gratitud a Úrsula. Cambia de ropa a
Aureliano y le saca a pasear cuando está mucho tiempo encerrado en el
cuarto. Indomable como Úrsula y bella casi como Remedios,la bella. Estaba inscrita a revistas y pendiente de la moda y la música
europea. Era muy extraño que ella estuviera en Macondo pues tenía un marido
rico, Gastón, al que “controlaba”. Con el tiempo era más evidente que pensaba
quedarse pues no hacia planes a futuro que no fuera sobre vivir en tranquilidad
en Macondo.
Al
recordar que Fernanda le había escrito que los pájaros se habían exterminado,
hace escala en las islas Afortunadas para seleccionar canarios y repoblar el
cielo Macondo, pero al soltarlos ellos simplemente se iban en busca de la isla.
Un año después seguía creyendo que podía restaurar aquella comunidad elegida
por infortunio. Gastón comprendió que ella había vuelto por un espejismo de la
nostalgia. Él se dedicaba a explorar insectos y enviarlo a profesor a la
universidad de donde procedía. Se habían conocido tres años antes de casarse.
Ella le hablaba de Macondo, de que quería vivir allí con una pareja y tener dos
hijos, Rodrigo y Gonzalo, y en ningún caso Aureliano o José Arcadio, o
Virginia, no Remedios. Cuando llevaban dos años en Macondo lo alarmó pues ya
había disecado cuanto insecto había. Estaba acostumbrado ya al clima cuando
decide poner un servicio de correo aéreo. Una vez, Aureliano le confiesa su
amor y ella dice que se irá; sin embargo, esa noche él llega y en el forcejeo,
como una violación, terminan haciéndolo. Gastón decide ir a Bruselas por miedo
a que los alemanes propongan un mejor negocio, desconociendo que la pareja se
acostaba y que tenían un romance.
Ella
le contestaba cartas de Gastón: una de ellas explicaba que habían enviado la
avioneta a Makondos y recuperarlo tardaría dos años más. Después le escribe que
volverá y ella le escribe que desea demasiado verlo pero también le confiesa lo
de Aureliano. Él no le responde de mala manera sino que dice que desea que sean
felices y se cuiden. Ella se siente humillada porque siente que le dio la
excusa que él necesitaba para dejarla. Luego él escribe que recuperó la
avioneta y que quiere que le envié el velocípedo que era lo único de valor
sentimental que había dejado. Aureliano se esforzó por acompañarla en su
despecho.
No
tenían ya mucho dinero de lo que les dejó Gastón pero supieron sobrevivir y siguieron
amándose. Cuando Pilar murió estaban esperando un bebé. Trató de vender los
collares de pescado pero nadie le compraba a excepción de Mercedes, la pareja
de Gabriel, amigo de Aureliano. Amaranta Úrsula adoptó la costumbre de sentarse
en el corredor después de almorzar junto a Aureliano, mirándose fijamente. La
preocupación por el futuro los devuelve al pasado, a la época de lluvia, en los
pantanos del patio, matando lagartos para colgárselos a Úrsula o enterrarla
viva. Amaranta Úrsula recuerda la vez en que entró al taller de platería y su
Fernanda le dijo que Aureliano no era hijo de nadie. Empezaron a pensar y
llegaron solo a la conclusión de que no podía ser hijo de Fernanda. Pensaron
que podría serlo de Petra y horrorizado por ser amante de su hermana va a
buscar registros a la casa cural. El registro más antiguo que encuentra es el
de Amaranta, bautizada por la época en que el padre hacía trucos con chocolate.
El párroco le pregunta su nombre y le dice que no se preocupe que por la época
era normal ponerle los nombres de las calles a los hijos. Aureliano enojado le
dice que él tampoco cree en las guerras perdidas del coronel, ni en los tres
mil muertos arrojados al mar. El párroco solo le dice que de lo único que está
seguro es que ellos dos existen en ese momento. Amaranta Úrsula y Aureliano
terminan aceptando la versión de la canasta.
Cuando
nace su hijo, Amaranta Úrsula ve que es macizo y voluntarioso como los José
Arcadio, con los ojos abiertos y clarividentes de los Aurelianos, predispuesto a
empezar la estirpe otra vez desde el principio y purificada de sus vicios
perniciosos y su vocación solitaria, pues era el único concebido por amor.
Quiere ponerle Rodrigo pero el padre le pone Aureliano. Ella muere horas
después desangrada en el parto.
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